viernes, 17 de julio de 2009

Nuevas dudas



Laurie tardó poco más de diez minutos en llegar.

Desde la ventana vi como detenía su auto justo frente a la puerta, delante de Rafael, que seguía caminando en círculos por la vereda.

Llevaba un piloto negro y un rostro enfurecido. No se parecía en nada al Laurie que me había brindado la posibilidad de incorporarme al elenco de su obra, ni al que había elogiado mis recetas en la cena improvisada por Gerardo.

La cara de Rafael se transformó al verlo y retrocedió unos pasos al detectar que él se le acercaba.

Yo contemplaba la escena sin entender bien lo que ocurría, con la sola esperanza de que todo terminara de una vez. Si había problemas entre ellos, si un pasado turbio los enlazaba en algún punto del destino, no era mi problema ni me interesaba formar parte de una historia de la que conocía sólo un fragmento.

Laurie se detuvo a poca distancia de Rafael, con el torso erguido y los brazos en jarra, desafiante.
Rafael asentía en el inicio de lo que parecía una discusión. Al rato, gritaban ambos.

Encendí un cigarrillo tras otro y, sin espacio para buscar un cenicero, dejé caer las cenizas sobre el piso lustrado. El único movimiento de mi cuerpo se centraba en ese ir y venir de mi mano a los labios y en una boca entreabierta que exhalaba humo y asombro.

La lluvia empañaba parte de la imagen logrando que mi esmero por intuir la realidad se duplicara en esfuerzo. No podía distinguir quién era el bueno, quién era el malo. Quién ganaba y quién perdía en el reclamo.

Hasta que hubo un silencio flotando entre sus cuerpos estáticos, que duró apenas unos segundos.
El tiempo suficiente para que Laurie lo tomara de un brazo a Rafael y lo sentara en el auto contra su voluntad.

Lo dejó encerrado al conectar la alarma y caminó hasta la puerta de entrada.

Oí el timbre, extenso y sin intervalo.
Bajé corriendo las escaleras, diseminando cenizas a cada paso.
Corrí la traba, giré ambas llaves y abrí.

Un Laurie completamente mojado sonreía ante mi presencia.

Laurie
- Ya está, podés quedarte tranquila.

Miranda
- ¿Decís que no me va a molestar más?

Laurie
- Te lo aseguro. Te doy mi palabra.

Miranda
- Gracias. De verdad te lo agradezco. Esta situación me tenía muy mal.

Laurie
- Te entiendo...Bueno, me voy. Nos vemos la semana que viene en los ensayos.

Miranda
- Dale, nos vemos. Y gracias otra vez.


Se alejó unos pasos en dirección al auto, cuando un pensamiento me atravesó la mente de lado a lado. Mi voz fue más rápida que la razón y, sin buscar la forma apropiada, se escapó por el aire:

- ¡Laurie, Laurie! - grité, y él retrocedió - Hay algo que no entiendo. ¿ Por qué me mentiste?

- ¿Mentirte? ¿Con qué? - me preguntó desorientado.

- Claro, si fueras vos el que duda de la paternidad...¿por qué él te obedece? Digo, pienso, ¿ no será que no es así la historia?

- No tengo motivos para mentirte, Miranda - dijo sin sonar convincente.

- Sí, los tenés. De otro modo no me hubieras dicho lo del ADN. Su madre es la que murió, no vos. ¿Ya te lo hiciste, no? ¿Es tu hijo?


Laurie se quedó callado.
En lugar de responderme, retomó el camino al auto, se subió y arrancó.


De pie junto a la puerta, en esa mañana tormentosa, sólo me quedaba rezar para que mi manía de jugar al detective no me dejara fuera del único proyecto que podía devolverme a mi vida normal.


18 comentarios:

Lu dijo...

Ese Laurie es un personaje medio oscuro. No me gusta... Huele mal esta historieta con Rafael. Vos tmb nena, que puntería para los puteríos!!! jajajaja. Eso sí, no podés decir JAMAS que tu vida es aburrida!!! jajaja.

Besotes.

Mariposa Traicionera dijo...

Mientras que el psico de Rafael te deje en paz, que Laurei (lo escribí bien?)te mienta o no es lo de menos...

Besho!

Palas dijo...

uummmm... si a veces las curiosidad nos puede dar cada jugada... jejejeje weno por dicha se lo llevó y espero que por un buen rato al menos...

La amante dijo...

Que gente rara!!! pero una pregunta, igualmente lo ibas a ver en los ensayos a Rafael no? Que cagada!

Carolina Trinidad dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carolina Trinidad dijo...

Sin dudas que los rodea el misterio... pero... disculpame... para mi gusto hasta te desubicaste, lo único que debería importarte sería que Rafael ya no t molestara, nada más... si era o no hijo de Laurie no era asunto tuyo. Discuplá si soy dura, pero así como te elogio cuando me gusta, creo que también es justo que me exprese cuando algo no me gusta...

Carolina Trinidad dijo...

En cuanto a Laurie y Rafael, creo que el tema es tener que bancarte la que se viene u olvidar tu oportuidad en Broadway (a mi gusto la opción menos "inteligente") por otr'o lado... que actitudes la de los dos!!! Si realmente era su hijo,Laurie trató como a un niño a Rafael a la vez que éste individuo, respondió temeroso cual niño que se ha mandado "la macana de su vida"!!!
Q gesto es ese el de encerrar (y dejarse encerrar) adentro del auto cual si fuera un cachorro.
Otra cosa no me cierra...si es hijo de Laurie, como es eso de andar sin dinero por la vida? ya que no creo que su padre no pudiera proveerle los U$S 20 que vos le tuviste que prestar o a caso... es un adicto que no puede manejar dinero o es víctima de trastornos de conductas similares al punto de haberlo llevado a la cárcel y a no manejar dinero en efectivo???
Mucho Broadway pero con qué tipo de gente t estás rodeando???
Un beso

Ashi dijo...

Jaja con La impuntual, te habla como si lo estuvieras viviendo hoy...
QUé cosa cuando hablamos de más... Me pasa, parece que la boca me habla sola, mientras una parte de mi cerebro grita "¡¡NOOOOOOO, silencio, mutis!!"
Uf, espero que no te haya costado el papel en la obra.

Yendo al presente, y sin ánimo de adelantar la historia...¿todo bien? ¿Por qué dijiste que venías de la clínica hace dos días?

Miranda dijo...

Lucre: Primero gracias por esa boca con humo que trata de que la convenzan. Una genia!!!!!!!!(noctámbula)
Y sí, mi vida no es aburrida en lo absoluto. Al menos tengo anécdotas para contar en reuniones con amigas :)
Besotes y buen finde!

Miranda dijo...

Mia: Era una posibilidad...sólo una posibilidad.
Besosssss!

Xochitl dijo...

Miranda, aunque se que ya pasó la historia, creo que no debiste inmiscuirte con el tema de paternidad de Laurie, si era o no su hijo era algo que no tiene que ver contigo.
Como que ya le metiste mucho misterio a la historia no crees ?? de una historia de amor pasamos a una historia de terror mmmm..

Igual ya sabes que no dejo de leerte.
Un abrazo !

Miranda dijo...

Palas: Yo pensé lo mismo.
Lo bueno no dura mucho tiempo...
Un beso :)

Miranda dijo...

La amante: Bueno, no sé si gente rara, pero sí con problemas, y la verdad es que yo tenía bastante con los míos.
Lo iba a ver en los ensayos. Tal cual.

Un besito!

Miranda dijo...

La impuntual: No lo tomo a mal, para nada. Siempre digo que es difícil hablar desde otro lugar sin tener a esos dos delante. Tal vez también sea mi culpa por no poder expresar bien lo que yo percibía...
Hay algo en lo que tenés muchísima razón en tu segundo comentario, y es algo que viene un poquitito más adelante. Me encanta como desmenuzás todo!
Mil besos y buen finde.

Miranda dijo...

Ashi: Ojo que la impuntual se dio cuenta de algo que definitivamente es cierto eh! Una genia como analiza todo...

Lo de la clínica, control nada más. Nada preocupante, pero gracias por preguntar.

Un besote la familia :)

Virginia Prieto dijo...

xD!!!espectacular!!!
me atrapa cada vez más!!!
beso

Miranda dijo...

Xochilt: A ver, lo de meterle "miedo" a la historia es difícil de definir. Yo sentí miedo, y eso es lo que cuento. Claro,que si yo no contara como caía la lluvia ni el gesto de sus caras a través de la ventana tal vez se viviría como algo más light, no? Pero de esa forma no entenderían jamás el temor que me producía ese loco! Cuando sepas por qué pasaba todo, vas a entender que lo que intento transmitir es que Rafael pertenecía a un mundo muy alejado a mí.Tal vez por eso el temor...a lo raro.
Igual, falta mucho de amor!!! (gracias a Dios)
besos!!!

Miranda dijo...

Vir: Mientras que no te atrape Rafael estás a salvo ;)
Gracias por el comentario!!!

Besitos.