miércoles, 8 de julio de 2009

Cerca




Los días siguientes transcurrieron en aparente calma.

Seguí tomando mis lecciones de canto y fui descubriendo algunos avances que me entusiasmaban un poco más cada día. Todavía desafinaba, pero la leve sonrisa de mi profesora me hacía sentir al menos una alumna digna y con intenciones de aprender, que no abusaba de su tiempo.

Lucía y Gerardo me sorprendieron una noche con un regalo sobre mi cama. No es para controlarte sino para cuidarte- decía la tarjeta- Ahora vamos a estar más tranquilos.
Un celular, diminuto y sofisticado, se incorporaba a mis pertenencias gracias al cuidado que me daban mis amigos. Sin su compañía y sin su recibimiento, me preguntaba cuál hubiera sido mi destino un par de semanas atrás.

Había una sola cosa que no me dejaba disfrutar de mis pequeños logros cotidianos: Rafael.
Misteriosamente, se había llamado al silencio. Ya no merodeaba por la puerta de la casa en que vivía, ni me esperaba a la salida de mis clases de canto.
Pero algo impedía que me sintiera libre y distendida. Mi sexto sentido me mantenía alerta, pendiente de movimientos sigilosos a mis espaldas que, por más que provinieran de una anciana en pleno paseo por Manhattan, me obligaban a frenar bruscamente frente a una vidriera hasta que el reflejo me advirtiera que los pasos no le pertenecían a él.

Estuve una semana percibiendo su proximidad. Desafiaba mi propia suerte en cada esquina con el temor latente, creyendo ver su cara al doblar.
Cada vez que les comentaba sobre estas sensaciones a Lucía y a Gerardo me decían que era lógico que me sintiera perseguida, que eran las secuelas normales que dejaba un acoso.
Yo no podía definirlo aún con ese término y creo que en el fondo intentaba justificar su comportamiento hasta el punto de culparme, creyendo que le había dado motivos para ilusionarse. Tal vez una mirada inoportuna al conocerlo, en plena contemplación de sus atributos físicos o, quizás, una sonrisa entusiasta al considerar la posibilidad de tener un nuevo amigo actor a cientos de kilómetros de casa, le habían hecho pensar en mí como una posible conquista.

Me negaba a aceptar que él hubiera claudicado en su cacería. Las muestras de conducta que me había dado no encajaban con su desaparición repentina y sin cuestionamientos.
Lo imaginaba apareciendo en una escena cotidiana o al subir a un ascensor u observando mi rutina a pocos metros.

Fui incorporando nuevas costumbres: Crear señales con Lucía que con un simple sonar de mi celular al de ella le advirtieran que estaba con él, correr la cortina de mi habitación varias veces antes de dormirme hasta sentirme relativamente segura de que no estaba de pie junto a la entrada, mirándome, y hasta ceder mi puesto de cocinera a Lucía por mi temor de acercarme a la ventana.

Me había convertido en una paranoica, siempre a la espera de que alguna maniobra de Rafael me diera la razón.

Hasta que una mañana cualquiera, él se ocupó de que yo misma confirme que no me equivocaba.



Nota: El premio al blog que debería ser ficción se quedó en casa. No sé si eso es bueno o es malo, pero al menos ganamos. ¡Gracias por los votos! =) ¡Salú!

11 comentarios:

AShi dijo...

Leí todo de un tirón. Seis horas y media: no le dí bola a nadie, la nena anda revoloteando alrededor, pobre, cocinó mi marido... qué mal, jaja
¿cómo sigue esta historia? Me acostumbré a leer todo de corrido, ¿cómo hago ahora para esperar? No es justo!
Si es tu vida realmente, ojalá que la hayas podido encaminar de la mejor manera, te lo merecés; me caés muy bien, hacés bien en ir a una terapeuta porque en el medio del caos tal vez ya ni sabías quién eras y qué querés, y a quien.

Lu dijo...

AShi, a mí me pasó lo mismo cuando encontré el blog de Miranda, jajaja. Te acostumbrás a la espera, aún cuando te desespera, jajajaa.

Miranda, espero saber que pasó con este enfermito. Besotes.

val dijo...

EESA
felicidades por el premiooo.

Ahora que querrá este persecuto..?

Carolina Trinidad dijo...

xq tanta demora en publicar el presente post!? si es un reclamo??? obvio que lo essssssssssss!!!

Ahora quiero saber cuál es el objetivo de este desequilibrado? Querrá q t lo lleves a vivir a lo de tus amigos?
Veremosss...
Un beso y q el próximo post demore menos en aparecer de lo q lo hizo este...

Lady Guga dijo...

Es insoportable creer que en todos lados hay algo acechando :S

Palas dijo...

excelente lo del premio bien merecido y sobre Rafael... ay Dios con estos hombrecitos... sigue sigue...

saludos!

Anónimo dijo...

"Merodeando".

Loviú, Miranda. Sos lo más.

¿Qué le pasa a Rafi?

¡Quiero saber de dónde viene esa obsesión! ¿O está loquito porque sí?

Ayyyyyyyyy!

Miranda dijo...

Ashi: Bienvenida! Me dejaste muda ante tal esfuerzo! Lo bueno es que hiciste cocinar a tu marido, jaja.
Lo de la espera hasta el post siguiente es algo que me reclaman muchos, pero bueno, se ve que se acostumbran!
Yo también digo que me gusta que opinen pero en vez de hacerlo acá me mandan mails, ;)
Beso enorme! Y gracias por la maratónica lectura!

Miranda dijo...

Lucre:Gracias por aconsejar a la nueva amiga que se suma al clan de lectores.

De Rafael hay más, mucho más. A la noche cuento.Besotes.



Velo: Gracias.
En breve sigo con Rafael.
Besos!

Miranda dijo...

La impuntual:
Es que a veces tengo demandas hogareñas u ojitos que miran lo que hago...
No me odies, hoy a la noche sigo contando!
besos!




talktomesoftly: Ya lo creo!!!
Un besito.

Miranda dijo...

Palas: Gracias!!
Sí, mucho hombrecito prescindible en mi vida. Realmente.
Un beso!




Sol (durmiendo con el enemigo): Me mataste con el loviú :)
Yo también quería saber el origen de esa obsesión.
Sólo me quedaba esperar, igual que a ustedes.
Besos!! Keep loving me =)